Dos hermanas, un territorio extraordinario y una tradición familiar que dura un siglo: estos son los ingredientes de la historia que decidimos contar con QualityChain.
La historia comienza en los años veinte. El abuelo Guglielmo regresa de Argentina y decide echar raíces en Montalto Pavese, la tierra de sus antepasados, donde compra las primeras hectáreas de terreno.
Oltrepò Pavese es una tierra increíble, atravesada por el paralelo 45, la latitud ideal para todos los grandes vinos del mundo. Aquí, llanura, colinas y montañas se abrazan en un panorama impresionante, salpicado de castillos y pueblos antiguos. Entre estas colinas ocupa un lugar de honor la vid, que durante siglos ha dado riqueza a la zona y producido algunos de los vinos más importantes de Italia.
El paisaje del Oltrepò Pavese y las botellas producidas por Guglielmo Piaggi.
Guglielmo Piaggi dedicó su vida a la vid, y tras él su hijo, Enzo, que desde que cumplió catorce años hasta hoy no ha dejado de trabajar y cuidar del viñedo, primero con su padre y después con su mujer Angela y sus hijas, Elisa e Silvia.
Fueron ellos, en 2017, quienes decidieron poner cara y nombre a la producción. Así nació la marca Lefiole, una expresión cariñosa que en lengua oltrepadana indica chicas, y que hoy identifica los vinos producidos en su finca de Montalto Pavese.
El primero se llama Alené, de la fusión de los nombres de madre Angela y padre Enzo, y es un Pinot Noir. Esta cepa, entre las más nobles a escala internacional, es originaria de Borgoña, pero desde hace casi dos siglos ha encontrado en el Oltrepò Pavese un segundo hogar.
El segundo, Elivià , llamado así por Elisa y Silvia, es un Pinot Grigio, de color amarillo pajizo con reflejos cobrizos.
Las historias de ambos vinos se cuentan ahora y se hacen imborrables gracias a QualityChain, que utiliza la tecnología blockchain (explicada fácilmente aquí) para que la información sea segura y siempre verificable por los consumidores.
De hecho, escaneando el código QR en forma de copa que cuelga de la botella, será posible descubrir la historia, los valores y las técnicas de producción que hay detrás de estos excelentes vinos, y verificarlos mediante la prueba de blockchain. Todo al alcance del smartphone, utilizando sólo la cámara en el caso de los iPhones, o unaaplicación de escaneo QR en el caso de un dispositivo Android.
Las botellas Alené y Elivià, equipadas con esta tecnología, se comercializarán a partir de ahora a través de distintos canales, desde la venta directa a restaurantes, vinotecas y canales en línea, y permitirán a los nuevos consumidores conocer cada detalle del vino que viertan en su copa.
Acerca de QualityChain
QualityChain ayuda a las PYME alimentarias italianas a transformar sus productos de simples expositores a verdaderas experiencias digitales que realzan su singularidad. QualityChain es un espacio transparente, a sólo un smartphone de distancia, en el que compartir con los consumidores la historia y los valores de los pequeños productores italianos, un escaparate desde el que observar las hábiles manos que trabajan la tierra, el vino, el pan y todo lo bueno que producen nuestras empresas.
¿Ha visto por casualidad en la tienda de vinos o en el supermercado esas extrañas etiquetas que dicen«producto rastreado en blockchain» y quiere saber más?
¿Cuál es la diferencia entre la trazabilidad normal y la de blockchain?
La diferencia radica en la forma en que se guardan los datos: en este último caso, toda la información del producto se guarda en una blockchain, una red informática especial que hace que los datos sean esencialmente inmunes a la falsificación(en este enlace encontrará una explicación sencilla sobre la blockchain).
Blockchain permite asegurar la información sobre la cadena de suministro de un producto.
Evidentemente, esto es muy importante para el consumidor, porque le permite conocer sin ningún género de dudas el historial de lo que está comiendo o bebiendo.
De hecho, esta información se hace accesible a través de diversas tecnologías (de las que hablaremos más adelante en el artículo), como el código QR, que permite tener el historial del producto siempre al alcance del smartphone
Una historia tallada en piedra (digital)
Rastrear en blockchain significa decir:
«Toma, este es mi producto y cómo lo he fabricado, te lo escribo y te lo firmo, es más, ¡lo quiero grabado en piedra!».
Un productor responsable
Por tanto, significa asumir la plena responsabilidad de su cadena de suministro ante los consumidores, creando el mayor grado de transparencia y confianza que permiten nuestras tecnologías.
Un fabricante que rastrea en blockchain se distingue de los demás por su enfoque no solo en vender, sino también y sobre todo en informar y educar sobre la calidad del producto.
Del productor al consumidor: código QR y RFID
Existen varias tecnologías que permiten a los consumidores acceder a la información facilitada por los fabricantes, pero las más utilizadas son los códigos QR y las etiquetas RFID.
¿Qué son los códigos QR? Son esas imágenes cuadradas y pixeladas que vemos cada vez más a menudo en Internet o por nuestras ciudades. Estos códigos pueden ser escaneados por su smartphone a través de la cámara de los iPhones o mediante aplicaciones especiales en los teléfonos Android.
Los códigos QR son cada vez más habituales en nuestras tiendas y supermercados.
Al escanear un código QR, el teléfono obtiene información textual, normalmente la dirección de un sitio, al que puede conectarse para recibir información sobre el objeto que está escaneando: en el caso de un producto agroalimentario, puede ser llevado a la página web que cuenta su historia.
¿Y las etiquetas RFID? Al igual que los códigos QR, las etiquetas RFID transmiten información al teléfono móvil, pero lo hacen mediante ondas de radio: para leerlas, hay que pasar el teléfono por encima con la opción NFC activada.
¿Qué tipos de trazabilidad existen?
Empecemos diciendo que no existe tanto una solución única para la trazabilidad de blockchain como un conjunto de soluciones diferentes, más o menos adaptadas a los distintos procesos de producción y al tamaño de las empresas.
Como productor, podría, por ejemplo, optar por hacer un seguimiento sólo de las partes de su cadena de suministro que quizá considere más importantes para comunicar la calidad de su producto, o podría optar por hacer un seguimiento de cada detalle de la producción y la logística del producto, desde la materia prima hasta la distribución.
También hay diferencias en el tipo de datos que se registran y las tecnologías utilizadas para recopilarlos: los grandes fabricantes conectados a grandes minoristas podrían decidir utilizar sensores, drones y otros dispositivos IoTmientras que un pequeño productor podría optar por registrarse manualmente la información que considera más importante.
Para simplificar, distinguimos tres tipos:
1. Primer nivel de trazabilidad: la microempresa
Los propietarios de pequeñas empresas no suelen disponer de los medios financieros para invertir en un complejo sistema de sensores y dispositivos IoT. Por eso, cada vez más fabricantes recurren a solucionesde «primer nivel» mucho más baratas, en las que la introducción de datos se deja en manos del fabricante y sus operarios.
Esto puede hacerse de dos maneras: la primera es la autocertificación de un historia de la cadena de suministro Es decir, una descripción de cómo se elabora el producto: un viticultor podría registrar las características del suelo y el viñedo, un quesero podría centrarse en la temperatura de coagulación y los injertos utilizados, o un fabricante de cachemira podría destacar la cuidadosa selección de las fibras utilizadas. Esta recopilación de información la prepara el productor y luego se registra utilizando la tecnología blockchain.
La segunda es la autocertificación de la trazabilidad real: a medida que se procesa el producto, el productor introduce en el sistema información clave sobre cada paso de la cadena, como la fecha y el método de procesamiento, y la registra en tiempo real en la base de datos de la cadena de bloques.
Ejemplo de un producto rastreado en blockchain.
Este tipo de trazabilidad no está tan orientada a la trazabilidad real del lote individual (para la retirada de productos, por ejemplo), sino más bien a lograr una comunicación más transparente con el consumidor: por eso se considera a menudo una forma de storytelling más que de trazabilidad en el sentido tradicional.
2. Trazabilidad de segundo nivel: la mediana empresa
Una empresa más grande podría decidir invertir en un sistema completo de sensores IoT. En este caso, el fabricante puede elegir entre dos posibilidades para registrar la información: integración con el software de la empresa o introducción manual.
La primera opción es sin duda más fiable que la primera, ya que los datos recogidos van directamente de la fuente a la cadena de bloques, con menos riesgo de manipulación de la información. Sin embargo, también es la más cara en términos de capital inicial, porque requiere una integración completa de la plataforma blockchain elegida con el software que ya utiliza la empresa para la recopilación y el seguimiento de datos.
Los drones y los sensores se utilizan ampliamente para los sistemas de trazabilidad blockchain.
Por desgracia, muchas de estas aplicaciones no ofrecen la posibilidad de exportar directamente a otros programas, por lo que estas integraciones pueden resultar muy complejas y costosas, incluso para una empresa mediana.
La segunda opción, la introducción manual, en cambio, requiere el trabajo de un empleado para copiar los datos de los sensores y llevarlos a la blockchain. Aunque esta solución supone un ahorro en la inversión inicial, conlleva un sacrificio en términos de seguridad, ya que la transición de los sensores a la cadena de bloques implica la intervención humana.
3. Trazabilidad de tercer nivel: la gran distribución
Los sistemas de trazabilidad blockchain más complejos se encuentran sin duda en el comercio minorista a gran escala: los grandes grupos alimentarios tienen cadenas de suministro muy articuladas, en las que participan numerosos productores, transformadores y proveedores de servicios, y producen lotes muy grandes de cada producto.
En este caso la capacidad de rastrear con precisión la historia de los alimentos es aún más importantecon o sin blockchain: sin embargo, esta tecnología da la garantía de que la información registrada no se modificay que no hay lugar para la interpretación a la hora de atribuir errores a una u otra parte de la cadena de producción.
¿Qué se necesita para rastrear en blockchain?
Todo depende del camino que quiera elegir: para lograr una verdadera trazabilidad blockchain (segundo y tercer nivel) necesitará colocar sensores en puntos críticos de su cadena de suministro e integrar sus sistemas con el software blockchain que crea los registros.
Si, por el contrario, opta por una trazabilidad de primera clase, lo más probable es que ya esté listo. Lo primero que hay que hacer es identificar todo lo que hace especial a su producto: su territorio, los procesos que utiliza, su cuidado por no emplear sustancias nocivas en la elaboración… Cualquier cosa que pueda diferenciarle de la competencia y comunicar la calidad de su producto.
Hay muchas cosas que pueden hacer que un producto sea único en el mundo.
Una vez definida la historia de su producto, puede encontrar fotos y vídeos que también comuniquen visualmente los valores de su empresa. Puede mostrar las distintas fases de elaboración, sus fábricas, pero también y sobre todo a su gente, para que el consumidor pueda poner cara a su producto y reforzar su confianza en su marca.
Cuando hayas recopilado toda la información sólo tienes que encontrar un servicio o empresa que te ayude a registrarla en la blockchain, y te proporcione el Código QR para insertar en su envase. Esto puede hacerse en la etiqueta, con un ligero cambio en el diseño, o directamente aplicando una pegatina adicional en el envase.
¿Cuánto cuesta rastrear productos en la cadena de bloques?
Es difícil fijar un precio a priori para este tipo de software.
El coste depende en gran medida de sus requisitos: el tipo de seguimiento que desea, el número de productos que quiere rastrear y el detalle que quiere conseguir, si ya tiene o quiere instalar un sistema de sensores IoT.
Esta tecnología es muy avanzada, y las empresas del sector suelen crear productos a medida para cada fabricante.
Hay excepciones: QualityChain, por ejemplo, ofrece una suscripción anual a partir de 249 euros, sin costes iniciales, mientras que otros, como IBM Food Trust y Foodchain, han optado por una combinación de coste de instalación inicial y cuota anual.
Otras empresas, como TE-FOOD, EZ Lab, FoodLogiQ, Ambrosus y ValueGO, en cambio, se centran más en el modelo personalizado, realizando proyectos ad hoc y evaluando los costes de implantación caso por caso.
Conclusiones
Nos encontramos en un momento clave para la adopción de esta tecnología en la industria alimentaria y de bebidas. Si opta por ser uno de los primeros en rastrear sus productos en blockchain, no cabe duda de que destacará entre la multitud, sobre todo en un sector a menudo poco innovador como el agroindustrial. Una viñeta «rastreada en blockchain» atrae la atención del consumidor, de eso no hay duda.
Pero tenemos que mirar más allá. Avanzamos hacia un mundo en el que este tipo de tecnología se convertirá en la norma, en el que todos los productos se rastrearán en blockchain, en el que la confianza del consumidor ya se cimentará en nuevas marcas, nuevos sabores.
Según muchos, ahora es precisamente el momento adecuado para empezar a generar esta confianza, tanto para las pequeñas como para las grandes empresas, y es el momento de ir más allá y posicionarse como innovador y pionero en el sector .